
VIGIAS
UN ARTE VIVI-FICANTE
“Solo la dinámica del azar crea un espacio
propicio para encontrarnos con el otro “.
Luís C Restrepo.
“Deshabitar la rutina de la vida diaria para entrar en relación con mundos posibles que son invisibles para el no iniciado, es abrirse al remezón de la creación y a la sorpresa del milagro”.
Las luces se encendieron amablemente y se observó una muy respetuosa disposición del encargado ante los visitantes, Las proyecciones geométricas sobre el piso que en forma inmediata y sorprendente enriquecieron el crecimiento de aquellos enormes tubos, fue un elemento juiciosamente considerado desde el inicio y que marco desde entonces una primera impresión.
Columnas ingrávidas, poblaban el salón con su manglar de triangulaciones asombrosas sobre el piso(...).
A razón de un encuentro mas aprensivo con el espacio, Viviana libera la ciudad. Y desde una sacralizad común y cotidiana en envolventes fabulaciones, todas sometidas al rito de la abstracción y verificando la dificultad que aquella superficie de doble filo imponía debido a la imposibilidad de evaluar en forma retrospectiva y tan solo de un vistazo, la totalidad de lo creado. Aquellas calles marcadas, los lugares de la memoria enterrados en esa esquina como un tesoro en la órbita sutil de una veladura flagrante; dándole al color los territorios asignados, la onírica expansión, que en aras de lo ascendente, constituían una necesidad frente a las visiones que se materializaban ya en los limites del buen gusto que prolongando su extraña estabilidad, prescindía de las tradicionales encrucijadas conceptuales
Los vigías en transito que gracias a esta singularidad pictórica, obsesiva y sin posturas post-modernas, se aferran como fieras a su propia introspección para no arruinar el rito ya poco habitual de pararse o , como en este caso , pasearse en derredor a una obra con orígenes claros e instancias presentes, huellas futuras y caligrafías que entretejen el único y firme propósito de no contar mas que con la verificación de su propio pulso y hablando con las superficies de la presencia en los lugares comunes que ahora le son vedados a su paso, artificios preciosos como sueños, que van a la velocidad de lo que se dice.
“Es allí donde el lenguaje cobra cuerpo, donde las imágenes, palabras y conceptos reglamentan, gesto a gesto, las posibilidades de movilidad y creación de los seres humanos”.
La historia transcurre, cuando se percibe el aroma del pigmento, se respira el aire anestesiado de colores, de brillos extasiados y mas calles.
Las composiciones cobran vida junto con las resinas de una pintura presente, es decir, placenteramente resiente, Estas columnas se elevan para sostener algo mas pesado aún que el viejo concreto y los hierros sumergidos que levantan la ciudad. Desde la populosa agitación de lo urbano y sus espacios, Viviana resignifica en dimensiones sin sumisión, donde se sospecha un caos congruente, tan similar en tiempos y rupturas a aquella insurrección de sonidos que le dieron cuerpo a la sobrecogedora sinfonía # 8 de Rostropovich. Repaso en el caos armonizado en que Rostropovich codifica sus percepciones que al final y con todos los instrumentos confluyen en la nota más aguda del oboe solitario, ese timbre de ciudad en emergencia (...)
en estas columnas la expansión centrifugada del ser que las compuso, nos empuja a circular hasta elevarnos en el embrujo que infunde la plenitud de su rebeldía, iniciándonos de esta forma en una convicción que encuentra su lugar en las superficies abismales, y se aventuran ala libertad en torrentes de acción que engullen horizontes difíciles , que como sucede con aquella música, esta obra ritmifica sus expresiones con el furor de los primeros riesgos estéticos, proponiendo una identidad heroica y resueltamente laboriosa frente al caos que precede a toda transformación.
Desde hace mucho el arte regional aburría, las narraciones extrovertidas que toman influencias de revista como prótesis para un pensamiento empobrecido por un extraño confort argumental, no permite que lo propicio aflore por su cuenta y asuma los riesgos que lo harían mas promisorio y comprometido con sus mas intimas obsesiones.
“Solo vemos técnicas imitadas irreflexivamente, fórmulas académicas que ni siquiera se han purificado en el filtro de la emoción.”
Harán ignición estas obras algún día y en el momento menos pintado, y será magnifico verlas cuando se eleven del piso regional describiendo inclinaciones móviles hacia el espacio que aguarda por ellas en otros escenarios, mientras dejan por todas partes estelas de ciudad ya muchas veces superada. Historias de calles con el hermetismo de sus enigmas afiligranados. Estos nodos poéticos permiten acceder a nuevas dimensiones y confrontar otras valoraciones en la historia del color que Viviana nos cuenta.
Desde aquí, y al rededor a esta ciudad con sus tardes prehistóricas y sus noches nativas, pienso en los rollos musicales que antaño ofrecían melodías en puntos sonoros, observo y me desplazo y se oyen aberturas que el pincel se negó a repasar, en aquel trazo sobrevive el primer intento que no soportó la contradicción de una enmienda pues la seguridad del pulso creyó con firmeza en la génesis del impulso, esto es cuanto mas pesa en el momento de verificar la fuerza creativa de esta pereirana, estas influencias ulteriores que con detalles se suman a su universo pictórico adhiriendo sus propios valores simbólicos a la ciudad y lograr de esta forma: una buena obra y porque no, un lugar común.
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